Si ese día te lo dije todo. Te ubique en la
Antártida , en Siberia, te trate de freno de mano. Y te
recordé mi promesa de no volver a tirarme a tu pileta, diríamos q únicamente en
tu pileta, nunca más.
Todo comenzó una tarde hace como un año,
estábamos juntos hace tantos meses y ese día me tire bomba al agua. Me fui
hasta el fondo con la seguridad de encontrarme con tus manos. Te veía adentro
en la distancia y también a los peces de Marte revoloteando en las
profundidades, pude ver los torbellinos de colores por la circulación de
nuestro aliento. Y la pileta comenzó a agrandarse parecía como de cien metros d
profundidad y desaparecieron sus paredes, todo era un la locura, una de esas
lindas alucinaciones. Mis pies se sentían aletas de sirenas pero de repente
puff, pun, ufff… En la medida en q pasaba el tiempo, mis pies comenzaron a sentirse
enanos, pequeñas teclas de un acordeón desafinado. Cuando estire las manos para
alcanzarte, para que me tomes con tersa decisión, solo encontré tu blanda
imagen a borrones, fuiste un reflejo de mi idolatridad, un poco de agua
coloreada. Nada más. Mis pies y mis manos se ahogaron. Vos no te empapaste la
camiseta por mí, sino que te quedaste afuera bajo tus nublados soles. Te falto
fuego para la hornalla, guirnaldas para la fiesta. Nunca quisiste perder ni un
solo zapatos, te falto el destapador de corcho y sobre todo te falto agua.
Me ahogue
ese día. Morí en el fondo de la pileta que me habías llenado para que hagamos
juntos la planchita. Hasta al tiburón termine jugando sola. Y entre las
abertura de las rejillas se quedo mi alma taponada.
¿Y que paso?
Después de eso bebí todo el verano de la sequía de tu amor, y yo que moría de
calor me escondí entre tus sombras hasta perder mi figura. Jugamos al carnaval,
parecíamos disfrutar. Me tirabas de a baldazos.
Hasta que un
día necesite de tu pileta, pero prometí que jamás me volvería a tirar, y así
fue.
Cuando te
conté de este problema vos te arrodillaste en la tierra y me ofreciste eso. Te pedí
que te levantaras porque necesitaba ver tus pies elevados a diez centímetros
del suelo. Fue entonces que comprendí que jamás habías estado en una pileta
sino sabrías lo que es sumergirse de lleno hasta la cabeza en las aguas mas
profundas.
Porque
aunque vos me digas que la pileta solo dura dos meses bien llena, que después
comienza a vaciarse y el agua a pudrirse, y los juegos ya no divierten y la
mariposa tiene vida tan solo por 1440 minutos, que Marte queda lejos y los
peces son de la tierra…yo se que el mar tarde un poco mas en desagotarse…
Al otro día
yo ya no estaba, me buscaste en tu pelopincho guardada, en los meses de
carnaval y solo había nada, a los dos minutos ya no sabias ni que buscabas,
había olvido, a los 3 minutos comprendiste que te faltaba agua y seguramente
serás feliz… nadando….
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