Dice M. Foucault: “Lo que me sorprende es el hecho de que en nuestra sociedad el arte ha llegado a ser algo que sólo se refiere a los objetos, y no a los individuos o a la vida; y también que el arte es una especialidad hecha por expertos que son los artistas. Pero ¿la vida de todo individuo no podría ser una obra de arte? ¿Por qué una lámpara o una casa son objetos de arte y no nuestra propia vida?”
Titulo: “Muerte del Arte”
El discurso del arte como marco
antropológico: construcción
Foucault
analiza que los conocimientos se pueden plantear como campos epistemológicos
del saber. Pero para abordar el conocimiento es necesaria la deconstrucción de
esos campos de manera antropológica, debemos conseguimos ver al conocimiento
como condición de posibilidad. Podremos analizar en las epistemes las
configuraciones que han dado lugar a diversas formas del conocimiento empírico.
Esta desnaturalización no nos va a llevar a la verdad, la cual es una
imposición del poder que construye y configura subjetividades, estructuras que
sujetan al sujeto, estructuras que ellos mismo crean. Pues las ciencias humanas
(estructuras de dominación) no quieren conocer al sujeto sino dominarlo mejor,
y es ahí donde Foucault quiere indagar en las teorías totalizadoras, impuestas
como hilos conductores progresivos, lineales objetivos, naturales.
“Para una arqueología del saber, esta abertura profunda en
la capa de las continuidades, si bien debe ser analizada, y debe serlo
minuciosamente, no puede ser "explicada", ni aun recogida en una
palabra única. Es un acontecimiento radical que se reparte sobre toda la superficie
visible del saber y cuyos signos, sacudidas y efectos pueden seguirse paso a
paso. Sólo el pensamiento recobrándose a sí mismo en la raíz de su historia
podría fundar, sin ninguna duda, lo que ha sido en sí misma la verdad solitaria
de este acontecimiento.”
El cree que en esta deconstrucción del saber, el cree
en la ciencia que estudie lo que se desvía de la norma exigida, en que se debe
problematizar e ir al lugar donde un orden se erigió como verdad ante otro
orden, dejando ocultas otras historias, las historias de los perdones, de los
mas débiles, de las mujeres, los locos, las prostitutas, los presos, las
brujas.
En
este marco epistemológico Foucault considera al arte como un discurso mas, pero
en el arte también hubieron discursos silenciaros, otros ordenes posibles,
artistas “locos”, mujeres silenciadas y hundidas en los huecos de las escaleras
de los hombres, entonces en estas hojas estudiaremos por arriba el marco
antropológico de como se generó la autonomía de la institución Arte separado de
las otras practicas. Y vemos como esto
va arraigado del surgimiento de una nueva clase política: los burgueses,
considerados los mercantes/comerciantes en un principio, que fueron ganado
poder en el ámbito político y económico de la sociedad Renacentista. Es así que
la autonomía del arte se va gestando paralelamente y en consecuencia del surgimiento
de la burguesía y la necesidad de los protoburgueses de poder poseer estas
obras (hasta entonces meramente relacionadas a lo religioso, lo mitológico, etc.).
Esa necesidad tiene como consecuencia la cosificación de estas obras en
mercancías, en objetos que puedan ser consumidos y manipulados, por ejemplo en
bastidores como nueva forma de soportes y en cuanto a las nuevas temáticas
encontramos el retrato. Y para esto era necesaria su delimitación según reglas
establecidas y autonomía institucional. Pero si analizamos en
las culturas de los pueblos originarios no se separa el arte, no existe el
arte, pues directamente no se concibe como tal, este esta unido en un todo
entre sus partes políticas, social, religiosas, rituales de la comunidad. Esas
actividades (“el arte”) considera el autor José Jiménez pertenecen a las dimensiones
estéticas
(estético es todo como también la experiencia estética de ver un amanecer o un
rostro “bello”) pero en su cultura no se conciben como Arte. Porque para esto
es necesario separarlas de ese todo del que se forma su universo simbólico. En estas cultural en cambio no es necesario
que tome autonomía, no es necesario su cosificación en mercancía, como producto
para poder ser tomado vendido, manipulado en un sistema capitalista.
La palabra arte como un discurso
occidental:
Es
por eso que yendo a donde se creo esta concepción moderna de arte vemos las
pujas, más que nada de las elecciones que se hicieron. Y como en el
Renacimiento Italiano hubo un retorno de las concepciones neoplatónicas para
considerar al arte y la belleza en escalas valorativas. Creer que el arte, la
belleza que habitaba en el estaba junto con la verdad y el bien en el mundo de
las ideas-formas. Concebir en ese momento al arte como producto de la
creatividad del genio y dotarlo de espiritualidad. La separación de las artes nobles
(escultura, pintura, música) o mejor dicho las bellas artes y las otras las
artes manuales (las artesanías). Esto es ir a donde se construyeron las
episteme de cada época y ver que todo fueron elecciones, elecciones de una
clase, tensiones de fuerzas, de poder, y que el poder utiliza a la razón para asentarse.
La episteme aparece como el marco de saber acorde a la determinada “Verdad” impuesta desde un poder en cada época. En el
arte se creyó durante siglos las formas valorativas del mundo occidental y sus
teorías unilaterales, etnocentristas, de carácter evolutivo y en forma lineal,
con una escala de valores que ellos imponían. Los poderes de cada época y no hechas de forma natural sino la
conveniencia de una clase: en este caso la burguesía. Aunque creamos que ahora esta definición
de arte esta alterada, adaptada a sus nuevas practicas modernas como ser una
obra abierta como analiza Eco,
un artista procesual, proyector, artistas anónimos, obras hechas por todos,
públicos interactores como considera Gianetti.
Lo único que seguimos obteniendo es la ampliación de los límites del arte, la
permeabilidad de sus contornos:
Mantenemos la necesidad de ampliar sus límites, cuando en realidad es inevitable su muerte para que de esta manera sus formas sean readaptadas
Continuamos
creyendo que si entendemos los contextos en que se generaron a lo largo de la
historia y se siguen generando en diferentes cultura, si no sacamos de
contextos estas obras y experiencias artísticas las podemos definir, o analizar
como arte, pero que sentido tiene seguir con esta concepción, con este marco,
que lejos de ser falso (porque como dice Foucault detrás de las mascaras no hay
nada, sino que uno es en las mascaras),
lejos de eso lo que hace la concepción de arte es delimitar. Delimitar a través
de la determinación como palabra, como concepto definitorio. Foucault analiza
la correspondencia esencial que puede haber entre las palabras y las cosas:
“Las cosas y las palabras se entrecruzan con todo rigor: la
naturaleza sólo se ofrece a través de la reja de las denominaciones y ella que,
sin tales nombres, permanecería muda e invisible, centellea a lo lejos tras
ellos, continuamente presente más allá de esta cuadrícula que la ofrece, sin
embargo, al saber y sólo la hace visible atravesada de una a otra parte por el
lenguaje.”
Es
necesaria la muerte del arte pero no en el sentido de arte como concepción
unilateral como dice Danto: de que murió la necesidad de la unilateralidad, la
muerte unilateral discursiva de aprobamiento, y que eso abrió camino a que todo
es posible, a la pluralidad de sus prácticas.
No, con eso no basta. Es necesaria la muerte del arte. Para citar a José Jiménez
nuevamente el dice “la plasmación
institucional de un nuevo universo del arte no podrá emerger de la dinámica
inmanente del arte sino tan solo a través del surgimiento de una nueva sociedad”.
Bueno lo que tendría que suceder es, directamente, la muerte del arte como categoría
que necesita separar para poder contemplar una situación artística y poética de
las demás. Eso es manipular y continuar manipulando un discurso de poder sobre
otro, es el señalar mediante la
oposición.
La contradicción
dice Bourdieu es una de las maneras de dominación simbólica que se inserta en
nuestro inconciente. Las instituciones están basadas en esta antítesis: la
institución de arte esta basada en esta antítesis, para separar arte de lo que
no es, es necesaria una institución, es necesaria una categoría de arte. Ya no
interesa aquí las concepciones modernas
de arte, de hacer un arte entre todos, que no tenga artista único, o que no sea
un objeto sino un proceso, sino matar al arte mismo. que todo sea poesía en forma de todo: que el arte se
introduzca en todos los discursos, que se evapore, que no se puede definir,
diferenciar, hagarrar, que no sea necesario delimitarlo o ampliar sus limites. Sino
matarlo, matar el invento que se fue gestando desde el Renacimiento. Pero esto
no para apagar esta dimensión estética, sino para multiplicarlas, para que no
se encarguen de lo artístico únicamente los artistas, que no sea elitista, que
sea parte de toda la sociedad. Seguramente seguirán habiendo gestores
culturales define así Kusch
a los mediadores entre el pueblo y las ideas que brotan de sus tiempo. El arte,
con esa concepción, nacio para poder ser amarrado, para poder ser cosificado,
sometido, manipulado, sin entender que antes era mejor sino viéndolo como un
proyecto a futuro a ser distinto de lo de antes y lo de ahora. No encontrar la
solución en el pasado, no querer ser como los pueblo originarios que no lo
separan, estamos insertos en una cultura con memoria, en el sentido que en este
momento tenemos entablada conciente e inconscientemente esas concepciones de
Arte. Pero como dice Foucault sobre una memoria que es la de la cultura
occidental, el arte, esa palabra es hija de su teoría universalizadora, de su
antorcha iluminista, de evolución, como camino lineal.
Acá no se pretende hacer un lavado de cabeza y
que las personas se olviden de la palabra, de la concepción que ella encierra,
sino ir limando asperezas, y desnaturalizar lo que nos parece natural, entender
que no siempre fue así, que no es así en otras culturas, y que no debería
seguir siendo así. Hay que deconstruir antropológicamente esa concepción del
arte como única manera de concebir las experiencias artísticas o estéticas.
Entender que la concepción de arte fue en si un marco histórico que se generó dentro de los intereses de una
sociedad dada. Deducir que es una construcción diferenciadora que se basa y funda
en una antípoda del arte-no arte. Concebir que la emancipación del Arte le fue
meramente útil a la burguesía ascendente, y le continúa siendo útil. Tiene q
empezar a usarse la palabra para denotar algo viejo, para denotar la catástrofe
que hizo esa palabra con las personas. Forjando la división entre artista y no
artistas en la sociedad. Pues como dice Foucault no solo el poder esta en el
estado o la religión, sino que habla de subpoder, de "una trama de poder
microscópico, capilar",
que no es el poder político ni los aparatos de Estado ni el de una clase
privilegiada, sino el conjunto de pequeños poderes e instituciones situadas en
un nivel más bajo. Es necesario poder ve
a la historia humana como una espacio de tensión entre fuerzas de poder y
fuerzas de resistencia. Para el no existe un poder; en la sociedad se dan
múltiples relaciones de autoridad situadas en distintos niveles, apoyándose
mutuamente y manifestándose de manera sutil. El llamado de atención de Foucault
va en sentido de analizarlas a niveles microscópicos. Entonces al ser el arte
un discurso mas según Foucault el artista mismo quiere distinguirse, ejerce
poder con su discurso, quiere ser “un artista”, hasta cuando es meramente
proyector esta siendo diferenciado de los no proyectores. Una persona que no es
artista jamás va a pensar que esta haciendo un hecho estético al generar con
una antorcha colorida líneas en el aire, por esta misma distinción. Pero ¿Quien
no escucha poesía en los discursos de todas las personas? ¿O reconoce una
verdadera performance, una gran actuación cuando una persona miente? ¿O a los
dibujos de los niños en las paredes como gran acto contra lo establecido, otra
vez demostrándonos ellos nuestras limitaciones y naturalizaciones? ¿Happening
en alguna fiesta familiar? ¿Body Art en la pierna de un adolescente hecho con
tinta de lapicera? Pero eso no se considera arte, pues claro porque tiene que
estar dentro de los limites de lo institucionalizado como arte. Ellos, las
personas, los “no artistas” son libres de la palabra asesina, de la palabra que
quiere separar a la sociedad, contener a sus hechos poéticos, encerrarlos. Los
artistas ayudamos a la permanencia de este discurso el del arte, somos como
dice Pink Floyd un ladrillo más en el muro de lo delimitado “arte” o “no arte”.
El artista como participe en la
generación de discursos de poder
"El
único héroe posible es el héroe grupal” H. G. Oesterheld
El
artista como un productor de discurso quiere ejercer poder frente a la
delimitación de los que no son artistas. Sobresaltar su discurso poético
civilizatorio frente a la barbarie mundana. Cuando no este mas esa separación,
cuando no se use mas esa palabra “arte”, y el “arte” este exparcido, cuando los
“artistas” sean todos (y sigo utilizando las palabras arte y artista por una
cuestión meramente convencional de entendimiento). Será allí donde empiece la
revolución. Pero es entendible que esta
muerte de la palabra y su concepción, vaya acompañada de la muerte de un sistema, del
campo de poder económico y político. Pues cuando todos tengan el poder de sus
propias economías, de sus propias políticas, de sus propios cuerpos y no solo
de manera sexual, diría Foucault en la historia de la sexualidad
(donde comenta que la libertad sexual es la trampa para no exigir la verdadera
libertad de nuestros cuerpos), tendrán también todos los poderes del “Arte”.
Pues
mientras continúe este sistema capitalista que funciona de tal manera que: el
hecho de que hayas pobre, clase media no es una consecuencia sino es donde se
asienta sus bases. Y mientras sus engranajes son los excluidos y sigan siendo
estas formas su necesidad fundacional. Es probable que siga existiendo las
maneras manipulables del arte, su cosificación y materialización, aunque
vivamos en un mundo de tecnología, donde las imágenes corran de manera mas
democrática, el sistema sigue buscándole la vuelta para obtener sus beneficios.
Entonces
relacionando esto al campo artístico, le es necesario al arte también como una
necesidad fundacional que se siga delimitando lo artístico de lo no, el artista
del no artista. Se convierte esto en una necesidad de base también, como si
fueran los artistas los propietarios de las maquinarias de la creación, como si
fueran la punta del aisberg y necesita de la parte ancha y ahogada de las
personas no artistas, para poder crear mundos. Hay que sacar las capas de
cebollas y entender que el bastidor es un invento para delimitar una creación
divina que se pueda comercializar. Hay que entender que una performance aunque
sea en una galería entre todos y con el público, es ejercer poder sobre lo que
esta afuera, la barbarie. Es entender que hasta una obra aunque sea un proceso
que quiera ser hecho entre todos, pensado así también es una delimitación de
las otras esferas. Es una necesidad de ejercer poder del momento civilizatorio
artístico, a la barbarie mundana que camina por la calle, en un lugar donde no
lo esta delimitado, mas q socialmente. Creo q los artistas deben ver literalmente
la burbuja allí en donde termina la obra aunque esta sea abierta y en la calle,
deben imaginar sus limites al fin de la
calle, o en la persona que pasa caminando y que no para, sigue de largo y mira
impróvido. Se debe entender q nada esta separado de nada, que el cielo con la
calle se une, y que las personas que pasan
por la calle con traje y maletín pueden en el momento que van cruzando
imaginarse a las personas vestidos de payasos, imaginar un circo, o imaginarlos
como monstruos, porque el sueño de la razón los produce, el sueño de la
delimitación lo produce, habría que tomar de otras culturas, de otros discursos
y ver que no lo separan, excepto en el hecho del habitante de una comunidad Diagita por
ejemplo, que inserto en este sistema vende su cuenco con dibujos precolombinos
al turista que pasa de vaciones en las siete cascadas de Cafayate.
Evaporación del discurso:
Habría
que hacer una disolución de la delimitación, de la contradicción, de la
separación, del arte-no arte. Por mas que hoy en día sus limites son difusos y
ya nadie trata de decir que hace o que no hace arte, seguimos teniendo esas
concepciones hasta cuando ya hemos estudiado de memoria que es un marco
ficcional, un discurso mas que le es útil al sistema por mas que, y no voy a
negar, muchas veces como dice Castoriadis
en una ventana al caos….
El
arte es un discurso mas dice Foucault, y los discursos hay que analizarlos de
manera de desconstruirlos
antropológicamente para entender cuando este discurso se delimito,
cuando comenzó a ser arte algo o no, que cosas quedaron afuera, es preciso
entonces entender que todo lo bueno que no incorporamos del arte de otros
pueblos es precisamente esa forma de no llamarlo arte, de no delimitarla en una
institución autónoma, en un campo del saber autónomo, el arte es conocimiento
pues los discursos lo son, entonces la
manera de conocer lo que es el arte, es quizás matándolo, quizás nunca supimos
lo que es arte, porque nunca lo vivimos en conjunto con la vida, siempre
tratando de separarlo, por una cuestión de prestigio social también si se
quiere, o una cuestión de sentirse participe de otra cosa en el momento de
percibirlo, de no ser igual que otras personas, y quizás por eso es donde mas
nos cuesta matarlo, quizás porque es nuestra única, mejor, y más poética manera
de ejercer poder sobre las otras personas. Entonces esta en cada uno matar un
poquito mas el arte cada día, hasta hacerlo desaparecer, y que solo quede como palabra
vieja, un poco gastada, ya inútil. Que quede como palabra de estudio para que
nuestros nietos se rían de la delimitación que hacíamos, del marco que separaba
la vida “mundana y la poética,” como nosotros nos reímos de la separación que
se hacia de lo bello objetivo y lo que no…o del saber como verdad…
Graffiti del mayo
Frances: “El arte ha muerto, liberemos nuestra vida cotidiana…” (Sorbona)
Bibliografia utilizada:
-
CASTORIADIS, Cornelius: (1979) “Transformación
social y creación cultural”, publicado por primera vez en la Revista Sociologie
et Societés, vol. 11, abril de 1979, Universidad de Montréal; y: “Ventana al caos”, seminarios dictados en
1992 para el École de hautes études en sciences sociales, París.
-
Danto, A. Después del fin del arte, Paidós, 2001; cap. 1:
“Introducción”
-
Eco, Umberto (1992). Obra
abierta. Editorial Planeta-Agostini. España
-
FOUCAULT,
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Siglo XXI, 2008. Cap , pag .
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Foucault, M. (1979). Microfísica del poder. Madrid:
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Foucault, M. (1996). La vida de los hombres
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GIANNETTI, Claudia:(2004)“El espectador como
interactor, Mitos y perspectivas de la interacción”, Conferencia pronunciada en
el Centro Gallego de Arte Contemporáneo de Santiago de Compostela
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-
Jiménez, José. Imágenes del hombre. Fundamentos
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-
Kusch, Rodolfo. Geocultura del hombre americano,
cap. “La cultura como entidad”, Buenos Aires, Fernando García Cambeiro, 1976.
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Video documental Filosofía aquí y ahora II, capítulo
11 “Foucault”, de José Pablo Feinman,
para el Canal Encuentro,
Ministerio de Educación
de la Nación,
2009, disponible en:
, [febrero
de 2011].
Jiménez,
José. Imágenes del hombre. Fundamentos de estética, cap. “La dimensión
estética y el arte”, Madrid, Tecnos, 1986.
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pronunciada en el Centro Gallego de Arte Contemporáneo de Santiago de
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