sábado, 20 de octubre de 2012

la clase fría...


Hay niños que comen tu egoísmo, viven en tu casa y siempre son entre uno o tres y eso es mucho para vos, pero hay otros que comen de tu amor y ellos son muy poco. Hay niños que te miran a la cara y tú solo ves negro, y otros que te miran a la cara y solo te ven como un blanco, blanco muerte, porque quisieran que mueras, aunque no lo creas ni tus hijos te miran con cariño y no porque tu no los hayas tratado bien, o porque no los hayas criados "moralmente correctos" sino porque los has hecho a imagen y semejanza tuya, los has pegados a una regla no tiene una curva de esas que embellecen la vida. Y si ellos también comieron de tu egoísmo, así que tampoco tendrán amor, ni con vos ni con otros niños. Al principio pensaras que tus hijos te quieren porque los obligas a abrasarte, o porque suelen ser educados y no bailan guachiturros, pero a medida que vayan creciendo serán blancos, blancos porque están cerca de la muerte, de su propia deshumanización, no tendrán amor porque estarán hecho a tu imagen y semejanza, serán esos adolescentes fríos, que tu miraras y sentirás admiración pensando que por un doctorado son mejores que el almacenero del barrio, que" visten sucio y no huelen muy bien". Pero si miras a los hijos del almacenero veras otra calidez en sus ojos…he visto a mucho de tu clase, de chiquito no parecen tener tan poco amor por todo, de grandes te odiaran como tu odias a tus padres porque nunca te enseñaron las cosas sencillas de la vida: no era una carrera, no era ser obsesionado en la limpieza, ni tener la remara más blanca del mundo. Si uno intenta aparentar todo el tiempo se termina convirtiendo en el espejo de lo que nunca fue, como una mancha suspendida en el vacío, una nada que absorbe más nada de lo que puede absorber. Tu siempre intentas poseer más cosas ¿es que nunca te has dado cuenta que eso significa que otros no las tenga?.
Pero en tu vida no veras lo que he visto en la mía, no tendrás la alegría ni de las uñas de mis pies, no disgustaras de una torta frita, ni te pondrás a observar a una hormiga caminando y mucho menos poseerás la satisfacción de la traspiración de una frente después de bailarse una cumbia, ni tampoco podrás disfrutar una caminata en la noche en la ciudad por miedo a que te roben lo que tu egoísmo no deja ni comer….

No hay comentarios: