sábado, 20 de octubre de 2012

la muerte del arte






Dice M. Foucault: “Lo que me sorprende es el hecho de que en nuestra sociedad el arte ha llegado a ser algo que sólo se refiere a los objetos, y no a los individuos o a la vida; y también que el arte es una especialidad hecha por expertos que son los artistas. Pero ¿la vida de todo individuo no podría ser una obra de arte? ¿Por qué una lámpara o una casa son objetos de arte y no nuestra propia vida?”




Titulo:Muerte del Arte

El discurso del arte como marco antropológico: construcción
           
            Foucault analiza que los conocimientos se pueden plantear como campos epistemológicos del saber. Pero para abordar el conocimiento es necesaria la deconstrucción de esos campos de manera antropológica, debemos conseguimos ver al conocimiento como condición de posibilidad. Podremos analizar en las epistemes las configuraciones que han dado lugar a diversas formas del conocimiento empírico. Esta desnaturalización no nos va a llevar a la verdad, la cual es una imposición del poder que construye y configura subjetividades, estructuras que sujetan al sujeto, estructuras que ellos mismo crean. Pues las ciencias humanas (estructuras de dominación) no quieren conocer al sujeto sino dominarlo mejor, y es ahí donde Foucault quiere indagar en las teorías totalizadoras, impuestas como hilos conductores progresivos, lineales objetivos, naturales.
Para una arqueología del saber, esta abertura profunda en la capa de las continuidades, si bien debe ser analizada, y debe serlo minuciosamente, no puede ser "explicada", ni aun recogida en una palabra única. Es un acontecimiento radical que se reparte sobre toda la superficie visible del saber y cuyos signos, sacudidas y efectos pueden seguirse paso a paso. Sólo el pensamiento recobrándose a sí mismo en la raíz de su historia podría fundar, sin ninguna duda, lo que ha sido en sí misma la verdad solitaria de este acontecimiento.”[1]
El cree que en esta deconstrucción del saber, el cree en la ciencia que estudie lo que se desvía de la norma exigida, en que se debe problematizar e ir al lugar donde un orden se erigió como verdad ante otro orden, dejando ocultas otras historias, las historias de los perdones, de los mas débiles, de las mujeres, los locos, las prostitutas, los presos, las brujas. [2]
            En este marco epistemológico Foucault considera al arte como un discurso mas, pero en el arte también hubieron discursos silenciaros, otros ordenes posibles, artistas “locos”, mujeres silenciadas y hundidas en los huecos de las escaleras de los hombres, entonces en estas hojas estudiaremos por arriba el marco antropológico de como se generó la autonomía de la institución Arte separado de las otras practicas.  Y vemos como esto va arraigado del surgimiento de una nueva clase política: los burgueses, considerados los mercantes/comerciantes en un principio, que fueron ganado poder en el ámbito político y económico de la sociedad Renacentista. Es así que la autonomía del arte se va gestando paralelamente y en consecuencia del surgimiento de la burguesía y la necesidad de los protoburgueses de poder poseer estas obras (hasta entonces meramente relacionadas a lo religioso, lo mitológico, etc.). Esa necesidad tiene como consecuencia la cosificación de estas obras en mercancías, en objetos que puedan ser consumidos y manipulados, por ejemplo en bastidores como nueva forma de soportes y en cuanto a las nuevas temáticas encontramos el retrato. Y para esto era necesaria su delimitación según reglas establecidas y autonomía  institucional.                             Pero si analizamos en las culturas de los pueblos originarios no se separa el arte, no existe el arte, pues directamente no se concibe como tal, este esta unido en un todo entre sus partes políticas, social, religiosas, rituales de la comunidad. Esas actividades (“el arte”) considera el autor  José Jiménez pertenecen a las dimensiones estéticas[3] (estético es todo como también la experiencia estética de ver un amanecer o un rostro “bello”) pero en su cultura no se conciben como Arte. Porque para esto es necesario separarlas de ese todo del que se forma su universo simbólico.  En estas cultural en cambio no es necesario que tome autonomía, no es necesario su cosificación en mercancía, como producto para poder ser tomado vendido, manipulado en un sistema capitalista.

La palabra arte como un discurso occidental: 
            Es por eso que yendo a donde se creo esta concepción moderna de arte vemos las pujas, más que nada de las elecciones que se hicieron. Y como en el Renacimiento Italiano hubo un retorno de las concepciones neoplatónicas para considerar al arte y la belleza en escalas valorativas. Creer que el arte, la belleza que habitaba en el estaba junto con la verdad y el bien en el mundo de las ideas-formas. Concebir en ese momento al arte como producto de la creatividad del genio y dotarlo de espiritualidad. La separación de las artes nobles (escultura, pintura, música) o mejor dicho las bellas artes y las otras las artes manuales (las artesanías). Esto es ir a donde se construyeron las episteme de cada época y ver que todo fueron elecciones, elecciones de una clase, tensiones de fuerzas, de poder, y que el poder utiliza a la razón para asentarse. La episteme aparece como el marco de saber acorde a la determinada  “Verdad”  impuesta desde un poder en cada época. En el arte se creyó durante siglos las formas valorativas del mundo occidental y sus teorías unilaterales, etnocentristas, de carácter evolutivo y en forma lineal, con una escala de valores que ellos imponían. Los poderes de cada época  y no hechas de forma natural sino la conveniencia de una clase: en este caso la burguesía.        Aunque creamos que ahora esta definición de arte esta alterada, adaptada a sus nuevas practicas modernas como ser una obra abierta como analiza Eco[4], un artista procesual, proyector, artistas anónimos, obras hechas por todos, públicos interactores como considera Gianetti[5]. Lo único que seguimos obteniendo es la ampliación de los límites del arte, la permeabilidad de sus contornos:


Mantenemos la necesidad de ampliar sus límites, cuando en realidad es inevitable su muerte para que de esta manera sus formas sean readaptadas

            Continuamos creyendo que si entendemos los contextos en que se generaron a lo largo de la historia y se siguen generando en diferentes cultura, si no sacamos de contextos estas obras y experiencias artísticas las podemos definir, o analizar como arte, pero que sentido tiene seguir con esta concepción, con este marco, que lejos de ser falso (porque como dice Foucault detrás de las mascaras no hay nada, sino que uno es en  las mascaras), lejos de eso lo que hace la concepción de arte es delimitar. Delimitar a través de la determinación como palabra, como concepto definitorio. Foucault analiza la correspondencia esencial que puede haber entre las palabras y las cosas:
“Las cosas y las palabras se entrecruzan con todo rigor: la naturaleza sólo se ofrece a través de la reja de las denominaciones y ella que, sin tales nombres, permanecería muda e invisible, centellea a lo lejos tras ellos, continuamente presente más allá de esta cuadrícula que la ofrece, sin embargo, al saber y sólo la hace visible atravesada de una a otra parte por el lenguaje.”[6]
            Es necesaria la muerte del arte pero no en el sentido de arte como concepción unilateral como dice Danto: de que murió la necesidad de la unilateralidad, la muerte unilateral discursiva de aprobamiento, y que eso abrió camino a que todo es posible, a la pluralidad de sus prácticas[7]. No, con eso no basta. Es necesaria la muerte del arte. Para citar a José Jiménez nuevamente el dice  “la plasmación institucional de un nuevo universo del arte no podrá emerger de la dinámica inmanente del arte sino tan solo a través del surgimiento de una nueva sociedad”. Bueno lo que tendría que suceder es, directamente, la muerte del arte como categoría que necesita separar para poder contemplar una situación artística y poética de las demás. Eso es manipular y continuar manipulando un discurso de poder sobre otro, es el señalar mediante la  oposición.
                La contradicción dice Bourdieu es una de las maneras de dominación simbólica que se inserta en nuestro inconciente. Las instituciones están basadas en esta antítesis: la institución de arte esta basada en esta antítesis, para separar arte de lo que no es, es necesaria una institución, es necesaria una categoría de arte. Ya no interesa aquí  las concepciones modernas de arte, de hacer un arte entre todos, que no tenga artista único, o que no sea un objeto sino un proceso, sino matar al arte mismo. que todo  sea poesía en forma de todo: que el arte se introduzca en todos los discursos, que se evapore, que no se puede definir, diferenciar, hagarrar, que no sea necesario delimitarlo o ampliar sus limites. Sino matarlo, matar el invento que se fue gestando desde el Renacimiento. Pero esto no para apagar esta dimensión estética, sino para multiplicarlas, para que no se encarguen de lo artístico únicamente los artistas, que no sea elitista, que sea parte de toda la sociedad. Seguramente seguirán habiendo gestores culturales define así Kusch[8] a los mediadores entre el pueblo y las ideas que brotan de sus tiempo. El arte, con esa concepción, nacio para poder ser amarrado, para poder ser cosificado, sometido, manipulado, sin entender que antes era mejor sino viéndolo como un proyecto a futuro a ser distinto de lo de antes y lo de ahora. No encontrar la solución en el pasado, no querer ser como los pueblo originarios que no lo separan, estamos insertos en una cultura con memoria, en el sentido que en este momento tenemos entablada conciente e inconscientemente esas concepciones de Arte. Pero como dice Foucault sobre una memoria que es la de la cultura occidental, el arte, esa palabra es hija de su teoría universalizadora, de su antorcha iluminista, de evolución, como camino lineal.
            Acá  no se pretende hacer un lavado de cabeza y que las personas se olviden de la palabra, de la concepción que ella encierra, sino ir limando asperezas, y desnaturalizar lo que nos parece natural, entender que no siempre fue así, que no es así en otras culturas, y que no debería seguir siendo así. Hay que deconstruir antropológicamente esa concepción del arte como única manera de concebir las experiencias artísticas o estéticas. Entender que la concepción de arte fue en si un marco histórico  que se generó dentro de los intereses de una sociedad dada. Deducir que es una construcción diferenciadora que se basa y funda en una antípoda del arte-no arte. Concebir que la emancipación del Arte le fue meramente útil a la burguesía ascendente, y le continúa siendo útil. Tiene q empezar a usarse la palabra para denotar algo viejo, para denotar la catástrofe que hizo esa palabra con las personas. Forjando la división entre artista y no artistas en la sociedad. Pues como dice Foucault no solo el poder esta en el estado o la religión, sino que habla de subpoder, de "una trama de poder microscópico, capilar"[9], que no es el poder político ni los aparatos de Estado ni el de una clase privilegiada, sino el conjunto de pequeños poderes e instituciones situadas en un nivel más bajo.  Es necesario poder ve a la historia humana como una espacio de tensión entre fuerzas de poder y fuerzas de resistencia. Para el no existe un poder; en la sociedad se dan múltiples relaciones de autoridad situadas en distintos niveles, apoyándose mutuamente y manifestándose de manera sutil. El llamado de atención de Foucault va en sentido de analizarlas a niveles microscópicos. Entonces al ser el arte un discurso mas según Foucault el artista mismo quiere distinguirse, ejerce poder con su discurso, quiere ser “un artista”, hasta cuando es meramente proyector esta siendo diferenciado de los no proyectores. Una persona que no es artista jamás va a pensar que esta haciendo un hecho estético al generar con una antorcha colorida líneas en el aire, por esta misma distinción. Pero ¿Quien no escucha poesía en los discursos de todas las personas? ¿O reconoce una verdadera performance, una gran actuación cuando una persona miente? ¿O a los dibujos de los niños en las paredes como gran acto contra lo establecido, otra vez demostrándonos ellos nuestras limitaciones y naturalizaciones? ¿Happening en alguna fiesta familiar? ¿Body Art en la pierna de un adolescente hecho con tinta de lapicera? Pero eso no se considera arte, pues claro porque tiene que estar dentro de los limites de lo institucionalizado como arte. Ellos, las personas, los “no artistas” son libres de la palabra asesina, de la palabra que quiere separar a la sociedad, contener a sus hechos poéticos, encerrarlos. Los artistas ayudamos a la permanencia de este discurso el del arte, somos como dice Pink Floyd un ladrillo más en el muro de lo delimitado “arte” o “no arte”.

El artista como participe en la generación de discursos de poder
                                    "El único héroe posible es el héroe grupal” H. G. Oesterheld
            El artista como un productor de discurso quiere ejercer poder frente a la delimitación de los que no son artistas. Sobresaltar su discurso poético civilizatorio frente a la barbarie mundana. Cuando no este mas esa separación, cuando no se use mas esa palabra “arte”, y el “arte” este exparcido, cuando los “artistas” sean todos (y sigo utilizando las palabras arte y artista por una cuestión meramente convencional de entendimiento). Será allí donde empiece la revolución.  Pero es entendible que esta muerte de la palabra y su concepción, vaya  acompañada de la muerte de un sistema, del campo de poder económico y político. Pues cuando todos tengan el poder de sus propias economías, de sus propias políticas, de sus propios cuerpos y no solo de manera sexual, diría Foucault en la historia de la sexualidad[10] (donde comenta que la libertad sexual es la trampa para no exigir la verdadera libertad de nuestros cuerpos), tendrán también todos los poderes del “Arte”.
            Pues mientras continúe este sistema capitalista que funciona de tal manera que: el hecho de que hayas pobre, clase media no es una consecuencia sino es donde se asienta sus bases. Y mientras sus engranajes son los excluidos y sigan siendo estas formas su necesidad fundacional. Es probable que siga existiendo las maneras manipulables del arte, su cosificación y materialización, aunque vivamos en un mundo de tecnología, donde las imágenes corran de manera mas democrática, el sistema sigue buscándole la vuelta para obtener sus beneficios.
            Entonces relacionando esto al campo artístico, le es necesario al arte también como una necesidad fundacional que se siga delimitando lo artístico de lo no, el artista del no artista. Se convierte esto en una necesidad de base también, como si fueran los artistas los propietarios de las maquinarias de la creación, como si fueran la punta del aisberg y necesita de la parte ancha y ahogada de las personas no artistas, para poder crear mundos. Hay que sacar las capas de cebollas y entender que el bastidor es un invento para delimitar una creación divina que se pueda comercializar. Hay que entender que una performance aunque sea en una galería entre todos y con el público, es ejercer poder sobre lo que esta afuera, la barbarie. Es entender que hasta una obra aunque sea un proceso que quiera ser hecho entre todos, pensado así también es una delimitación de las otras esferas. Es una necesidad de ejercer poder del momento civilizatorio artístico, a la barbarie mundana que camina por la calle, en un lugar donde no lo esta delimitado, mas q socialmente. Creo q los artistas deben ver literalmente la burbuja allí en donde termina la obra aunque esta sea abierta y en la calle, deben imaginar sus limites al fin de  la calle, o en la persona que pasa caminando y que no para, sigue de largo y mira impróvido. Se debe entender q nada esta separado de nada, que el cielo con la calle se une, y que las personas que pasan  por la calle con traje y maletín pueden en el momento que van cruzando imaginarse a las personas vestidos de payasos, imaginar un circo, o imaginarlos como monstruos, porque el sueño de la razón los produce, el sueño de la delimitación lo produce, habría que tomar de otras culturas, de otros discursos y ver que no lo separan, excepto en el hecho del  habitante de una comunidad Diagita por ejemplo, que inserto en este sistema vende su cuenco con dibujos precolombinos al turista que pasa de vaciones en las siete cascadas de Cafayate.

Evaporación del discurso:
            Habría que hacer una disolución de la delimitación, de la contradicción, de la separación, del arte-no arte. Por mas que hoy en día sus limites son difusos y ya nadie trata de decir que hace o que no hace arte, seguimos teniendo esas concepciones hasta cuando ya hemos estudiado de memoria que es un marco ficcional, un discurso mas que le es útil al sistema por mas que, y no voy a negar, muchas veces como dice Castoriadis[11] en una ventana al caos….
            El arte es un discurso mas dice Foucault, y los discursos hay que analizarlos de manera de desconstruirlos  antropológicamente para entender cuando este discurso se delimito, cuando comenzó a ser arte algo o no, que cosas quedaron afuera, es preciso entonces entender que todo lo bueno que no incorporamos del arte de otros pueblos es precisamente esa forma de no llamarlo arte, de no delimitarla en una institución autónoma, en un campo del saber autónomo, el arte es conocimiento pues los discursos lo son,  entonces la manera de conocer lo que es el arte, es quizás matándolo, quizás nunca supimos lo que es arte, porque nunca lo vivimos en conjunto con la vida, siempre tratando de separarlo, por una cuestión de prestigio social también si se quiere, o una cuestión de sentirse participe de otra cosa en el momento de percibirlo, de no ser igual que otras personas, y quizás por eso es donde mas nos cuesta matarlo, quizás porque es nuestra única, mejor, y más poética manera de ejercer poder sobre las otras personas. Entonces esta en cada uno matar un poquito mas el arte cada día, hasta hacerlo desaparecer, y que solo quede como palabra vieja, un poco gastada, ya inútil. Que quede como palabra de estudio para que nuestros nietos se rían de la delimitación que hacíamos, del marco que separaba la vida “mundana y la poética,” como nosotros nos reímos de la separación que se hacia de lo bello objetivo y lo que no…o del saber como verdad…          
 Graffiti del mayo Frances: “El arte ha muerto, liberemos nuestra vida cotidiana…” (Sorbona)
Bibliografia utilizada:
-         CASTORIADIS, Cornelius: (1979) “Transformación social y creación cultural”, publicado por primera vez en la Revista Sociologie et Societés, vol. 11, abril de 1979, Universidad de Montréal; y:  “Ventana al caos”, seminarios dictados en 1992 para el École de hautes études en sciences sociales, París.
-         Danto, A. Después del fin del arte, Paidós, 2001; cap. 1: “Introducción”
-         Eco, Umberto (1992). Obra abierta. Editorial Planeta-Agostini. España
-         FOUCAULT, Michel. “Las palabras y las cosas” Una arqueología de las ciencias humanas, Argentina, Siglo XXI, 2008. Cap  , pag .
-         Foucault, M. (2003). Historia de la sexualidad. Vol. I: La voluntad del saber. Buenos Aires: Siglo XXI
-         Foucault, M. (1979). Microfísica del poder. Madrid: La piqueta.
-         Foucault, M. (1996). La vida de los hombres infames. La Plata, Argentina: Altamira
-         GIANNETTI, Claudia:(2004)“El espectador como interactor, Mitos y perspectivas de la interacción”, Conferencia pronunciada en el Centro Gallego de Arte Contemporáneo de Santiago de Compostela CGAC,23.01.2004.
-         Graffiti del mayo Frances: http://www.dim.uchile.cl/~anmoreir/ideas/graffiti.html
-         Jiménez, José. Imágenes del hombre. Fundamentos de estética, cap. “La dimensión estética y el arte”, Madrid, Tecnos, 1986.
-         Kusch, Rodolfo. Geocultura del hombre americano, cap. “La cultura como entidad”, Buenos Aires, Fernando García Cambeiro, 1976.
-         Video documental Filosofía aquí y ahora II, capítulo 11 “Foucault”,  de José Pablo Feinman, para el  Canal  Encuentro,  Ministerio  de  Educación  de  la  Nación,  2009,  disponible  en: , [febrero de 2011].



[1] FOUCAULT, Michel. “Las palabras y las cosas” Una arqueología de las ciencias humanas, Argentina, Siglo XXI, 2008. Cap  VII, “Los límites de la representación”, pag 231.
[2] Foucault, M. (1996). La vida de los hombres infames. La Plata, Argentina: Altamira
[3] Jiménez, José. Imágenes del hombre. Fundamentos de estética, cap. “La dimensión estética y el arte”, Madrid, Tecnos, 1986.

[4] Eco, Umberto (1992). Obra abierta. Editorial Planeta-Agostini. España
[5] GIANNETTI, Claudia:(2004)“El espectador como interactor, Mitos y perspectivas de la interacción”, Conferencia pronunciada en el Centro Gallego de Arte Contemporáneo de Santiago de Compostela CGAC,23.01.2004.
[6] FOUCAULT, Michel. “Las palabras y las cosas” Una arqueología de las ciencias humanas, Argentina, Siglo XXI, 2008. Cap  V, “clasificar”, pag.  177.
[7] Danto, A. Después del fin del arte, Paidós, 2001; cap. 1: “Introducción”
[8] Kusch, Rodolfo. Geocultura del hombre americano, cap. “La cultura como entidad”, Buenos Aires, Fernando García Cambeiro, 1976.

[9] Foucault, M. (1979). Microfísica del poder. Madrid: La piqueta.
[10]  Foucault, M. (2003). Historia de la sexualidad. Vol I: La voluntad del saber. Buenos Aires: Siglo  Veintiuno.
[11] CASTORIADIS, Cornelius: (1979) “Ventana al caos”, seminarios dictados en 1992 para el École de hautes études en sciences sociales, París. 

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